Algunos visibles desde las alturas, otros solo desde el espacio. Estos colosales huecos producto de violentas colisiones de meteoritos modificaron para siempre la composición de la tierra, el más célebre de ellos es el de Chicxulub, México, lugar de impacto del meteorito que extinguió a los dinosaurios. Estos son los cinco más grandes.
Tierra de Wilkes (Antártida)
Ubicado en la Antártida, es el cráter más grande del mundo con unos 500 kilómetros de diámetro. Aunque actualmente está cubierto por una capa de hielo, de más de un kilómetro de espesor, se puede ver en Google Earth.
En 2006 los satélites GRACE (Gravity Recovery and Climate Experiment) de la NASA, que buscan variaciones en el campo gravitatorio de la tierra, lo descubrieron basándose en las mediciones de los radares de la gravedad y subsuelo de la tierra. Se estima que el tamaño es dos veces mayor al de Chicxulub y data de unos 250 millones de años.
Vredefort (Sudáfrica)

En la provincia del Free State de Sudáfrica, el enorme boquete de Vredefort le da el nombre a la localidad. Se estima que el impacto se produjo hace 2020 millones de años, por lo que se le considera el cráter visible terrestre más antiguo del mundo.
A pesar de la evidencia, los científicos no han podido determinar con exactitud su diámetro, ya que el terreno está intensamente erosionado. Se estima entre los 160 a los 400 kilómetros de diámetro. En 2005 el cráter de Vredefort fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Chicxulub (México)

Al noroccidente de la península de Yucatán, cerca a la población del mismo nombre, que en lengua maya significa ‘pulga del diablo’, está la huella del impacto que causó, entre otros factores, la extinción de los dinosaurios hace unos 65 millones de años. El orificio fue descubierto a finales de la década de 1970, mientras unos geofísicos buscaban yacimientos de petróleo.
El cráter mide más de 180 km de diámetro, y aunque no es el único causante de la extinción de los dinosaurios, recientes estudios sugieren que el meteorito podría haber sido parte de un asteroide mucho más grande que, tras una colisión en el espacio, se dividió en asteroides más pequeños.
Sudbury (Canadá)

Esta formación geológica en la provincia de Ontario, en el oriente del continente norteamericano, tiene su origen hace unos 1.850 millones de años. Es uno de los más antiguos y más grandes cráteres del mundo. Situado en el Escudo Canadiense, un sector de roca desnuda situado en Canadá central y oriental, cerca de la ciudad de Greater Sudbury.
La cuenca de Sudbury, de unos 130 km, está cerca de otras anomalías geológicas como la Magnética de Temagami, el cráter del Lago Wanapitei y el límite occidental del Graben de Ottawa-Bonnechere.
Popigai (Rusia)

De 100 km de diámetro, este cráter ubicado en el krai, o región, de Krasnoyarsk en Siberia, Rusia, se creó hace unos 36 millones de años, 29 después de la extinción de los dinosaurios. La formación está a 300 km al oriente de Játanga, una pequeña localidad en el norte de Siberia, y 880 km al nororiente de Norilsk.
La región fue designada por la Unesco como Geoparque, un lugar especial del patrimonio geológico con sitios de importancia etnográfica, ecológica y cultural. En los años 60’ se pensaba que la depresión se debía a un antiguo volcán, pero tras una serie de estudios y el descubrimiento de la veta de diamantes de grafito se descubrió que era producto de un meteorito.