The Ocean Cleanup: la iniciativa que busca recoger plástico del océano
Según la revista Scientific Reports, en el océano Pacífico flotan alrededor de 87.000 toneladas de basura, compuestas de aparatos electrónicos, juguetes, botellas de plástico y desperdicios. En Holanda, un joven de 24 años lidera una iniciativa para eliminar la mayor cantidad de este material a través de un sistema de recolección.
En el mediterráneo griego, Boyan Slat, un holandés de 16 años, bucea en las aguas turquesas de las islas. Al sumergirse descubre cientos de bolsas plásticas flotando —como un parche— sobre la zona que debería ser cristalina. Era 2010. Ante tal dimensión quedó impactado.
Aún con la imagen en la mente, decidió investigar sobre el problema. Crear mecanismos o sistemas que aprovecharan las corrientes marinas que las habían llevado hasta ese lugar de Grecia para usarlas a su favor y amontonar todos los desperdicios para reciclarlas en tierra firme.
Durante meses se dedicó a estudiar lo que significaba el concepto de ‘limpieza pasiva’, que utiliza las corrientes del agua para agrupar los desechos. En 2013, a los 19 años, abandonó sus estudios en Ingeniería Aeroespacial, en la Universidad Tecnológica de Delft, para tratar de solucionar el problema que desde hacía tres años no salía de su cabeza.

“He inventado cosas desde que tenía 2 años. Casas en el árbol y tirolesas, cohetes y explosivos. Siempre tenía proyectos, pero no sabía si serían útiles. Eso cambió cuando encontré el problema de los océanos. Pensé que por su escala tenía que seguir intentándolo”, aseguró en una TED talk en 2012.
Fundó The Ocean Cleanup donde conformó un equipo de alrededor de 80 personas, entre científicos e ingenieros, para poner en marcha su plan. Consiguió recursos a través de la Ocean Cleanup Foundation y campañas de crowdfunding. Tras cuatro años de investigación y ajustes implementó el sistema 001: una tubería flotante de 600 metros para recoger plástico.
“Después de recuperar los residuos, lavarlos, triturarlos y clasificarlos en diferentes tipos de polímeros, la idea es venderlos a una tarifa de licencia para nuestra marca, para que este material se pueda utilizar en los tableros de automóviles o sillas, por ejemplo. Será un material especial con valor emocional, y creemos que este valor adicional hará que nuestras operaciones sean sostenibles”, afirmó Slat.

En septiembre de 2018, se lanzó la primera tubería en la bahía de San Francisco, Estados Unidos, para llevarla hacia la isla de basura del Pacífico que, según los expertos, está entre California y Hawái.
“Nuestro primer sistema de limpieza está en la Isla de basura del Pacífico (GPGP por sus siglas en inglés). Lo llamamos Sistema 001, un sistema beta, que antes de aumentar su producción estamos estudiando para optimizarlo. Planeamos alcanzar alrededor de 60 sistemas allí para 2020, después de lo cual dirigiremos nuestra atención a los otros cuatro giros oceánicos —sistemas de corrientes marinas rotativas—”, dijo Eline Weltevreede, parte de The Ocean Cleanup.
De acuerdo con Laurent Lebreton, autor del estudio de Scientific Reports y oceanógrafo para la Ocean Cleanup Foundation, se calcula que el GPGP contiene 1,8 billones de pedazos de basura, de los cuales 99,9 es plástico. Y según Greenpeace, solo 9 % de todo el plástico producido se ha reciclado, 12 % se ha incinerado y 79 %, ha terminado en vertederos o en el medio ambiente.

Esta iniciativa intenta solucionar el problema del plástico, que cada año lleva millones de toneladas al océano dañando los ecosistemas y, eventualmente, infiltrándose en la cadena alimentaria.
“En primer lugar debemos evitar que entre más plástico en los océanos. Requerirá cambios radicales a nivel individual, corporativo y gubernamental. Sin embargo, la limpieza de las zonas de acumulación oceánica es necesaria. El plástico no desaparecerá por sí solo y crea un gran riesgo ecológico, ya que se descompone rápidamente en microplásticos aún más peligrosos”, indicó Weltevreede.